Pese a tu inmutable necesidad por mofarte de la vida de las personas hoy cuestiono una serie de acciones para así llegar a encontrar la gran capacidad mental que dices tener. Es simple y perversamente divertido ver cómo crees ser el indiscutible centro de atención. 
Observe tus movimientos y logre descifrar que no eres más que un simple joven con poca cordura la cual te orilla a humillarte a ti mismo. Tristemente te pareces tanto a mí que logras diferir con mi deficiente habilidad al hablar. 
Cite tú diario la noche anterior y encontré esto:
“Me apené bajo mi pena con pena añadida, y me vi desgarrado por una doble tristeza” 
Qué curioso ver que ambos nos encontramos dentro de la misma postura.
No te enseñare a salir de aquí puesto que eres tan inteligente que jamás necesitarías ayuda, pero si permíteme hoy, sólo hoy permiteme mofarme del inconmensurable dolor que te provocara mi muerte.